UN GESTO HEROICO Y DEMOCRÁTICO
DE ALGUNOS POCOS VALIENTES.
Ser candidato en estos tiempos o someterse a la
voluntad popular, cuando quienes ejercen la política, desde hace un buen tiempo
hasta le fecha, están en el centro de la crítica y son víctimas o merecedores, con razón o sin ella, de los peores comentarios, se constituye en un
gesto verdaderamente heroico, democrático y digno de admiración.
Muchos están convencidos que el “empoderamiento”
significa tener el derecho de enjuiciar el comportamiento de quienes han optado
por el servicio público de enlodar su nombre y su honra.
El
empoderamiento es el “proceso mediante el cual las personas fortalecen sus capacidades ,
confianza, visión y protagonismo en cuanto que forman parte de un grupo social,
para impulsar cambios positivos en las situaciones en las que viven” (La filosofía del empoderamiento tiene su
origen en el enfoque de educación popular, desarrollada a partir del trabajo en los años 60 de Paulo
Freire)
Quienes se sientan estar empoderados, deben saber que
pertenecen a un selecto grupo humano con la disposición a cambiar lo malo por
lo bueno, deben ser capaces de transformar sus protestas en propuestas, que
lamentablemente esto último, es lo menos
que hay.
Hay candidatos, políticos, que merecen respeto, serán los
menos, pero existen, porque han sido consecuentes con lo que dicen y proponen.
Por eso, ser candidato hoy, es una decisión difícil por lo descrito anteriormente, pero hay que reconocer el coraje, la valentía de postular a un cargo. Eso que
hay que tener “piel de elefante”, dada la realidad de hoy, cobra un valor
impresionante.
Lo cortés no quita lo valiente… se debe respetar a aquellas
decisiones muy corajudas, de querer ser elegido por medio del voto popular. Estar en desacuerdo no es una facultad para
insultarlo. Me nace una interrogante ¿Por
qué no se presenta Ud. a candidato?
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