"Chimbarongo, la ciudad pequeña más grande de Chile" El Mimbre, el corazón de Chimbarongo (Miguel Lira Muñoz)

domingo, 3 de marzo de 2013

LOS BOMBEROS: LOS QUIJOTES DE HOY


En la organización de una comunidad bien estructurada, sin lugar a dudas que la presencia de bomberos “debería” estar en primer lugar. Hablo en potencial, porque lamentablemente en muchas comunas de nuestro país, no es así. Quien no reconozca la labor de bomberos, simplemente está en el límite mayor de la ignorancia. De acuerdo con la historia, el primer cuerpo de bomberos fue creado por el emperador romano César Augusto. Si es así, no me extraña, porque la “organización” y “la planificación” bien hecha fue una de las tantas características de la antigua Roma.
Servir sin nada a cambio, arriesgar por el bien del otro, estar  siempre dispuestos, son actitudes que deben ser reconocidas en forma permanente por la comunidad entera. No basta un aporte por cumplir o una limosna o un vuelto miserable, instituciones como la de bomberos, merecen siempre más. ¿Se imagina nuestra comuna o cualquiera otra, sin bomberos?. ¡Cómo reclamaríamos!
Se hace urgente crear fórmulas ingeniosas que beneficien a nuestros bomberos, por ejemplo, crear un impuesto comunal, inserto en la cuenta del agua o de la luz. ¿Será posible una colecta comunal? Legalmente no sé si se podrá. Tal vez habría que perfeccionar la campaña del sobre, jornada muy tradicional de todos los bomberos de Chile.
Mucha gente piensa conocer bien el funcionamiento de bomberos, pero está muy equivocada. Bomberos es mucho más que apagar incendios. Esa fue su primera labor (bombero viene del latin “bmbus” y que está relacionada con la bomba, por lo tanto es el que trabaja con “una bomba de agua”).  Sería interesante que nuestros bomberos socializaran su  labor, su realidad. Mostrando lo que hacen, mostrando la pobreza económica se puede crear conciencia en todos los sectores de la comunidad. Por ejemplo, tener un espacio radial, sacar un boletín informativo, aunque sea modesto e informar en él, por ejemplo, acusar recibo del monto que informa un supermercado y demostrar que coincide la cantidad que se dice,  cómo se financian, cuánto significa monetariamente cuando se acude a un incendio  o a un llamado de otra naturaleza. Tal vez también podría ser por medio de paneles informativos. Muchas veces sectores de la comunidad dan opiniones respecto de la labor que cumple bomberos, pero lo hacen sin tener conocimientos, y esa es la crítica injusta que reciben nuestros voluntarios. Para hablar de bomberos, hay que saber qué es la voluntad, el sacrificio, la obediencia.
Habría que diseñar una estrategia para que la comunidad cambie de actitud frente a bomberos. Ellos, nuestros voluntarios y voluntarias, no merecen limosna, merecen lo que le corresponde a una institución tan noble como es el Cuerpo de Bomberos.
Nuestros bomberos están alerta para los llamados más increíbles, desde bajar un gato que se ha subido a un poste hasta el más grave de los accidentes. Cada vez son más las responsabilidades que se les adosan a  bomberos, pero paradojalmente, cada vez son menos los recursos. ¡Qué injusticia más grande!
Cuando se deja sentir el ulular de la sirena, debemos pensar que hay un grupo de voluntarios y voluntarias que responden sagradamente al compromiso contraído con la comunidad y su gente. A ellos no les importa el frío, la lluvia, la neblina o dejar de dormir, hay algo mágico que los (as) levanta como un resorte par ir al lugar del siniestro.
¿Qué pasaría si nuestros bomberos cobraran por cada servicio prestado?  En un tiempo donde “los quijotes” les cuesta sobrevivir, tengo plena certeza que si eso ocurriera, no tendríamos  bomberos y eso sería “un siniestro” de proporciones,  porque si existe una energía vital que mueve a los bomberos a servir sin nada  cambio, es la voluntad y eso merece mi más profundo respeto. 

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